Sus comidas tradicionales, que en tiempos no muy remotos fueron considerados platos de pobres, siguen cocinándose en los modernos fogones vitrocerámicos manriqueños; como la caldereta, las espinacas con garbanzos, las tortillitas de bacalao, el puchero, la tostá con sardinas, los pestiños, las rosas, las "agüelas" (hojuelas), las tortas de pascua, los piris, los salmorejos, la sangre encebollá, el tomate con bacalao o las migas...
En España, en Andalucía, en Sevilla y en el entorno de Doñana, el pan fue el centro de la alimentación. Su consumo, que empezó a decaer estrepitosamente en los últimos tiempos, fue muy importante en la dieta de los jornaleros y campesinos hasta épocas muy recientes.
Aunque el pan se sigue fabricando ha cambiado su fortuna: antes se comía todo el pan que se compraba y hoy día lo tiramos casi todo. Parece como si se hubiese estigmatizado el pan de toa la vida. El pan ha perdido su tradicional centralidad en la mesa al tiempo que ha ganado diversidad en los modernos y asépticos hornos instalados en los polígonos industriales.
Viejos recuerdos vienen ahora a mi memoria de la talega de mi casa llena de grandes panes, con miga prieta, horneados sin prisas en los hornos manriqueños; panes que duraban varios días, antes de terminar en los guisos que tan ricos hacía mi madre o mi abuela, como ingrediente base de muchos de ellos.
Ingredietes:
• 1 "pan prieto" grande de Villamanrique (del día anterior o de varios días, que esté bien asentado)
• 2 cabezas de ajos
• 1chorizo fresco
• 1/4 Kg. de tocino entreverao
• aceite de oliva virgen
• sal
Elaboración:
Cortamos el pan muy menudo. Mezclamos agua con sal y añadimos las migas. Lo revolvemos bien y lo tapamos como una hora o asi.
Limpiamos el tocino entreverao y lo cortamos en tacos: hacemos lo mismo con el chorizo pero cortado en rodajas.
Pelamos los dientes de ajo y los freimos en abundante aceite de oliva virgen. Los dientes de ajo no se pelan, se le da un corte y se hechan enteros.
Una vez fritos los retiramos y ponemos a freir el tocino. Retiramos el tocino y freimos el chorizo y lo retiramos.
Añadimos el mismo aceite las migas que ya habran absorbido el agua y las refreimos muy lentamente para que queden bien crujientes y sueltas. Y a mover, mover y mover. Las abuelas decían que para hacer unas migas "guenas", que el aceite tenia que echarlo un ciego y moverlas un loco, asi que ya sabeis contra mas aceite, mas sabrosas y contra mas se mueven mas sueltas quedan.
Cuando esten sueltas le adañimos el chorizo y el tocino y seguimos refriendo muy lentamente y con mucha paciencia hasta que quedan bien secas y crujientes.
Pueden ser acompañadas de Se acompañan de pimientos fritos o asados, o sardinas asadas, costillas, etc.
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